“Guilla” es el nombre en catalán con el que se conoce a los zorros en gran parte de Catalunya. Los zorros son un animal mamífero que tiene muchas cosas en común con los orientadores. Se mueven por todos los campos y bosques, y si es necesario, entran en los pueblos e incluso en las ciudades. Siempre que pueden, en grupos familiares, acompañando a los cachorros hasta que son suficientemente hábiles para empezar a dar vueltas solos. Estudiando continuamente el terreno y eligiendo escrupulosamente sus movimientos, sin gastar nunca ni una brizna de energía más de la necesaria. Y siempre con el ojo puesto en su objetivo, que puede estar detrás de cualquier piedra, entre matorrales, junto a un arroyo, sobre un cortado, en el fondo de una vaguada… Con una agilidad extrema y con grandes habilidades para moverse por cualquier entorno natural, y buenísimas capacidades de velocidad y resistencia que puede utilizar según le convenga. Durante el otoño y el invierno se cubre de mayor pelo (o ropa) y baja hacia los valles más cálidos. Mientras que en primavera y verano, con la llegada del calor, sube a más altura y cambia el pelaje (menos capas de ropa). Tiene fama de astuta y realmente es un animal con mucha curiosidad e inteligencia, nada se le escapa. Y también es conocida por su naturaleza sospechosa y tímida, que intenta evitar acercarse a otros animales mientras se mueve por el bosque y procura pasar desapercibida del resto. Siempre evitando todos los peligros, procura ser ella la peligrosa para el resto. Si debíamos elegir un animal para ser la mascota de los orientadores y orientadoras catalanas, no podía ser otro. Y la Guilla nos acompañará a partir de ahora también en el WMOC 2025 como no podía ser de otra forma.